La Conferencia Anual de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) es el principal foro para las negociaciones internacionales sobre el clima. A lo largo de los años, las COP han experimentado un aumento significativo en el número de participantes. Existe una creciente preocupación de que delegaciones más grandes no siempre se traduzcan en compromisos climáticos más fuertes, y de que la presencia de ciertos grupos de interés, particularmente del sector de los combustibles fósiles, pueda diluir el enfoque de la conferencia en una acción climática decisiva.
Empresas de combustibles fósiles e intereses creados en las COP
Recientemente, un tema polémico en la COP ha sido la distribución de insignias partidarias –que dan acceso a las negociaciones a personas que no forman parte de la delegación principal de un país– a actores con intereses creados. La COP28 registró la mayor cantidad de combustibles fósiles lobbyistas presentes en cualquier COP – más que el número acumulado de delegados de los diez países más vulnerables al cambio climático. Esta misma tendencia se repitió en la COP29, con Asistieron casi 2.000 cabilderos de combustibles fósiles..
Los intereses creados obstaculizan el progreso necesario para una política climática ambiciosa; Los informes de la COP29 evidenciaron el interés de las empresas de combustibles fósiles por utilizar las negociaciones climáticas como lugar para promover acuerdos de expansión, lo que el Instituto Grantham ha demostrado puede descarrilar los resultados alineados con París.
Presencia de Malasia en la COP
Malasia tiene un historial de promoción de una fuerte presencia empresarial en la COP a través de sus insignias adicionales. Por ejemplo, en la COP28, la compañía petrolera nacionalizada de Malasia recibió 25 insignias desbordadas. Y, como encontró un análisis reciente de RimbaWatch, en la COP29 la mayoría de las insignias excedentes fueron otorgadas a representantes de corporaciones, incluidas empresas dedicadas a la expansión de los combustibles fósiles. Los defensores de la presencia de estas empresas, como el propio Ministerio de Recursos Naturales y Sostenibilidad Ambiental (NRES) de Malasia, argumentan que estos actores están involucrados en la creación de soluciones, por ejemplo a través de sus compromisos netos cero, en respuesta a las críticas.
Sin embargo, la elegibilidad de estas empresas para asistir a la COP debería requerir una participación proactiva y de buena fe en la eliminación gradual de los combustibles fósiles. A diferencia de otros sectores energéticos del mundo, incluido el de Indonesia, Malasia no se ha comprometido a eliminar gradualmente los combustibles fósiles, y ninguna empresa energética en Malasia tampoco se ha comprometido a ello.
De una puntuación total de 100, la World Benchmarking Alliance otorgó a la estrategia de descarbonización de su compañía petrolera nacional una calificación de 4,5, y al proveedor de energía de Malasia Peninsular una calificación de 5,1, poniendo en duda su supuesta credibilidad, tal como la propugna el Ministerio. Además, las empresas enumeradas en el reciente análisis de RimbaWatch se han comprometido a ampliar su capacidad de combustibles fósiles en conflicto con la propia ciencia climática, como el Sexto Informe de Evaluación del IPCC, que se supone debe guiar los procesos de negociación de la COP.
Beneficio versus la gente
A pesar de los llamados en una carta abierta escrita por expertos, incluida la ex jefa de la CMNUCC Christiana Figueres, para aumentar la participación de la comunidad y la sociedad civil en la COP, la presencia de Malasia en la última COP estuvo significativamente sesgada hacia los intereses comerciales. Por ejemplo, el reciente análisis de RimbaWatch encontró que 151 representantes de corporaciones recibieron insignias excedentes, lo que representa 19 veces la cantidad otorgada a organizaciones locales de la sociedad civil. Defendiendo este resultado, la NRES aclaró que “siempre ofrecieron insignias a los miembros de la sociedad civil y a las personas interesadas para asistir a la COP” y que “había una limitación en el tamaño de las delegaciones por parte de los organizadores”.
Sin embargo, no está claro cuáles son los criterios y el proceso de selección para “ofrecer insignias a miembros de la sociedad civil” y cómo, a pesar de esta garantía, la NRES no invitó a ningún representante de la sociedad civil de Sabah y Sarawak, ni a las comunidades indígenas de Malasia. Además, esta “limitación” al tamaño de la delegación no disuadió a Malasia de invitar a 151 delegados de intereses empresariales y sólo a ocho de organizaciones de la sociedad civil.
Llamado a la acción
A medida que las negociaciones sobre el clima continúan evolucionando, es crucial garantizar que la representación de Malasia sirva para promover políticas climáticas significativas en lugar de amplificar los intereses creados. Malasia necesita actuar para mejorar el proceso en lugar de defender políticas y procesos orientados a las empresas.
En primer lugar, debería haber claridad sobre cómo el ministerio seleccionó a “los miembros de la sociedad civil y las personas interesadas”, así como a los representantes de las empresas, tanto para las insignias adicionales como para los Paneles Asesores y Consultivos sobre el Cambio Climático. A continuación, para futuras COP, es necesario que haya un proceso claro y responsable con criterios estrictos de elegibilidad para las insignias de desbordamiento de partidos. La participación de corporaciones con intereses creados en conflicto con la ciencia climática, como las compañías de combustibles fósiles, no debería incluirse en el proceso de negociaciones de la COP. En cambio, las insignias deberían otorgarse a representantes de comunidades afectadas por el clima, comunidades indígenas, científicos del clima y ONG.