Los consumidores filipinos usan suficientes bolsas cada año para enterrar la totalidad de Metropolitan Manila bajo un pie de plástico.
Estas bolsas, hechas de plástico de un solo uso, se usan ampliamente para vender pequeñas cantidades de productos de consumo como champú, pasta de dientes, detergente, alimentos y bebidas en polvo, ofreciendo asequibilidad y conveniencia para los consumidores, especialmente aquellos con ingresos limitados.
Sin una cadena de valor de economía circular adecuada para los flexibles, los aproximadamente 60 mil millones Sachetas utilizadas anualmente, que también se componen casi el 80 por ciento De los desechos plásticos de la nación, ya están ahogando las vías fluviales del país, contaminando sus océanos y acumulando vertederos.
Ha pasado un año desde la implementación de la Ley de Responsabilidad del Productor (EPR) de Filipinas, una ley que expuso en julio de 2022 que exige a los productores que adopten e implementen políticas para la gestión adecuada de los desechos de envasado de plástico. Las empresas más obligadas cumplen con la ley pero no sin desafíos.
Estas dificultades se ven exacerbadas por los desafíos en la recolección y la segregación de residuos, una escasez de instalaciones de reciclaje funcional, comportamiento inadecuado del consumidor y compañías limitadas de gestión de residuos que no pueden hacer frente a los requisitos y el volumen de los desechos plásticos.
Filipinas carece de la infraestructura adecuada Para recolectar, segregar y procesar los desechos plásticos flexibles en el material reciclado de grado alimenticio: solo el 9 por ciento de la huella plástica anual del archipiélago se está reciclando, y la mayoría son plásticos rígidos.
El aumento de las tasas de inflación también está empujando a más familias filipinas a reducir El gasto en el hogar, aumentando aún más la dependencia de la nación en bolsitas, que se consideran asequibles y convenientes. Ya se utilizan unas 164 millones de piezas de envases flexibles en el país diariamente, cita un Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas informar, con la demanda prevista para aumentar con 5.8 por ciento por 2031.
Esto significa que se estima que un 33 por ciento de los cabezales de plástico directamente a los vertederos sanitarios y un 35 por ciento adicional se filtran en el entorno abierto, destaca un informe del Mundo Amplio Fondo para la Naturaleza (WWF) Filipinas.
Son estas llamativas deficiencias las que justifican un replanteamiento y el avance de la infraestructura de reciclaje de Filipinas con la esperanza de cerrar la asombrosa del país 85 por ciento brecha de capacidad de reciclaje.