Donald Trump es la cara de estos recortes, pero la crueldad de su administración no es la única historia. Después de saltar hacia arriba en la década de 2000, Global Giving for Health creció muy lentamente durante la década de 2010. La cultura de la filantropía también ha cambiado un poco, con la edad de la compromiso de donaciones, en la que cientos de las personas más ricas del mundo prometieron donar más de la mitad de sus grandes fortunas a la caridad, produciendo primero al movimiento más importante llamado altruismo efectivo y luego a una nueva edad de riqueza extrema definida menos por la altruismo que por la grandiosidad. Después del divorcio de las puertas en 2021, Melinda finalmente dejó la fundación para establecer su propia filantropía; Warren Buffett, un defensor desde hace mucho tiempo, recientemente anunció sus planes Dejar la mayor parte de su fortuna restante en manos de una confianza caritativa que sus propios hijos administrarán y no dará dinero adicional a la Fundación Gates más allá de su muerte. Después de unos años de disminución lenta posterior al covid, este ha sido el año en que la ayuda extranjera, como director ejecutivo de la Fundación Gates, Mark Suzman, escribió recientemente En The Economist – “Cayó de un acantilado”.
En el terreno, el progreso también ha sido irregular, particularmente después de la emergencia de la pandemia, cuando se detuvieron muchos programas de vacunación de rutina y los países más pobres del mundo fueron arrojados, en masa, a una angustia de la deuda extrema. La participación de la población mundial que vive en la pobreza extrema cayó en casi tres cuartos entre 1990 y 2014, pero apenas se ha reducido desde entonces.
Para escuchar a Gates y su equipo decirlo, este es el momento de entrar todo, dados las brechas de bostezo producidas por los contratiempos posteriores a la pandemia y el asalto de Trump, y dada la promesa de herramientas biomédicas y otras innovaciones que ahorran vidas ahora en la tubería de desarrollo, y dada la IA, una puertas sujetas regresa nuevamente y nuevamente. Incluso hablan con entusiasmo sobre un mundo en el que la Fundación Gates se ha hecho innecesario. Ese mundo suena tremendamente atractivo. Pero, dados los obstáculos, ¿se puede construir?
Durante dos días a fines de abril, hablé con Gates sobre el estado y el legado de su esfuerzo filantrópico, sus logros y decepciones hasta ahora y lo que se avecina. Lo que sigue es una versión editada y condensada de esas conversaciones, en la que estaba soleado, detallado y seguro, a veces hasta el punto de la certeza brusque, que las próximas décadas producirían mejoras aún más radicales en el desarrollo global que lo que llamó, en retrospectiva, “nuestro período milagroso”.
I. ‘Millones de muertes adicionales de niños’
Hablemos sobre el tiempo presente, con la administración Trump que le da la espalda a la ayuda extranjera y deja no solo a muchos millones de personas, sino también a la mayoría de las instituciones mundiales del mundo en la estacada. ¿Qué tan malo es?