Lo más importante es que no habría una nueva deuda para los países deudores.
Esta no es solo una política inteligente; Es una línea de vida para países Atrapado entre el desastre climático y colapso fiscal.
Este tipo de innovaciones compran tiempo y espacio. Permiten a los gobiernos redirigir los fondos del servicio de la deuda a la inversión pública en personas, infraestructura y recuperación. Pero las innovaciones por sí solas no resolverán la crisis.
Las pequeñas naciones isleñas necesitan de manera crucial crear sus propias soluciones locales y usar las finanzas de manera más efectiva para el desarrollo, en función de los datos y estadísticas de calidad.
Esto es exactamente lo que el Antigua y Barbuda Agenda para pequeños estados en desarrollo de islas (ABAS), adoptado en 2024, exige: más finanzas, pero también soporte de capacidad para que puedan usarlo sabiamente, de manera justa y para la resistencia a largo plazo.
El Banco Mundial, como una fuente importante de conocimiento y asesoramiento de políticas sobre financiamiento para el desarrollo, debe liderar; Debería ayudar a estas naciones a desarrollar la capacidad del estado y diseñar mecanismos de financiación efectivos.
Si esperamos a que estos países se hundan bajo su deuda, perdemos la oportunidad de proteger nuestro futuro compartido.
Esta historia fue publicada con permiso de Fundación Thomson ReutersEl brazo caritativo de Thomson Reuters, que cubre las noticias humanitarias, el cambio climático, la resiliencia, los derechos de las mujeres, la trata y los derechos de propiedad. Visita https://www.context.news/.